A Jerómino Bosch
Se equivocó
Jerónimo al pintar. Erraron los Doctores
Puesto un
embudo sobre sus cabezas. No se extrae
Locura de
una piedra, ni aquesta del cerebro
Que se
deshace en dos bajo las pinzas.
Partida ya,
la monda calavera se sonríe.
Es un
carbón ardiendo en lo invisible, una daga clavada
Sobre el
pecho, directo al corazón. Un enjambre
De agujas
subiendo por el sexo, esa flor de placer
Que nos
muestra este mundo al revés, y lo hace trizas.
Alguien
tiene una biblia con un panal de avispas rondando
En la
cabeza y puede Bosch decir: ¡así va el mundo!
Somos sólo
diabólicos insectos, una huella de polvo
A la espera
del viento que nos lleve. Esa sed
Del delirio,
los aguzados filos de un cuchillo.
Ludwig Zeller
"Alas contra el viento"
Collage
2008
57 x 38 cm.
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