Desde el
fondo del vaso, alguien me llama a gritos
Que han
cubierto mis noches de salmuera, donde siento
Pasar la
cabalgata
¿En dónde están sus
rostros? Sólo mascaras
Fijas en la
crueldad, ese amor al revés, ese embudo del odio
Y el
silencio.
Esto escribieron sobre
Sedequías, Reyes 2, versículo 25.
“Abierta ya una brecha sobre el muro, huyeron
todos
A la noche sorda y los cogieron los esbirros
Y pronunciaron contra el rey sentencia:
Degollaron sus hijos para que él lo viera y la
cuchara
Amarga fue acercada a su boca con vinagre;
Con carbones ardientes lo cegaron, le sacaron
los ojos
Y atado a las cadenas lo llevaron”
¿Para qué
preguntar? ¡Babilonia está hoy en cualquier parte!
En el fondo del vaso,
escucho a veces
Que alguien
solloza, que unas manos recorren esas paredes frías.
Yo entre
las plumas de mi almohada sueño que la crueldad
No existe.
Que su raíz demente está ya seca.
Sus filos en el aire.
Ludwig Zeller
¿Por qué mataron al dodo?
Collage
2007
29 x 38 cm.
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