Caminé
tanto
El ardor de
mis pies
El sonido
de mis huesos
La arena en
mis ojos
Como un
puñado de sangre aventado desde el cosmos que se abre para señalarme el camino
en el que anduve.
Cruzando
fangos
Cruces,
dioses y las paginas fecundas de este libro herido
Escribo
para escapar
Y naufragar
en la palabra hecha de viento
Viento puro
Adrenalina
fulgor estallidos vespertinos en la noche sosegada, la luna tragada por el
hueco de mi angustia
Y ese
viento que la jala
Y me jala
el alma al fondo de la noche estrellada
Muy de
tarde me hundo en el cielo de todo aquello que he buscado y encontrado.
Yo vi una
luz
Y también
un ángel
Y todo
aquello no tiene importancia
Pues es la
nube la que flota en forma de memoria
sobre estos años que me vuelcan
La ola
insufrible del mañana
Entra en mi
garganta y el aire se corta en las noches en que visito todo lo que sé de mi
propio destino
Nada más
queda la vida
Una vez más
repetir el canto, estos años décadas que nos tocan
Volver a
lanzar el grito que todo lo inunde con su luz revolucionaria para no ser
testigos de la derrota sino purificadores de ésta enfermedad que se llama
realidad.
10 de marzo
2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario