El faisán
blanco
A Estela Lorca
Todas las
puertas dan hacia la noche
Todas las
aves vuelan hasta el árbol del llanto
La nieve
cae, si te vuelves cae y semeja el plumaje
Del
silencio, ese rostro cerrado de la bruma.
Ahora te
abres, se separan tus párpados y tu alma hace posible
La realidad
de esas bandas del sueño, los ramos de lavanda
Que llevan
desde una vida a otra los versículos de una oración
Solo
conocida por ti, sobre los ríos delirantes del tiempo.
Toda
ventana se abre hacia el torrente que remontan las barcas
Por los
desfiladeros de la luna esas venas del cuarzo
Espejo
donde brilla un instante la piedad en tus pupilas
Cuando en
silencio lloras y la nieve es más tibia
Todos los
rostros se abren a una máscara, siempre
La misma,
dolorida, hirviente imagen donde el dolor
Resuena
como un tambor, el corazón golpea, pide aire:
Dame a
beber tus lágrimas ese perfume de tristeza muda.
Todo está
quieto aquí. ¿Somos sólo fantasmas olvidados
En una casa
gris en donde nadie llama? ¿No nos escucha nadie?
Las huellas
en la nieve las va borrando el viento, ¿no eres tú
El faisán
blanco y tus ojos los mismos que me miran en sueño?
Ludwig
Zeller
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